domingo, 9 de diciembre de 2007

Causalidad.

Es increible la fuerza de las ideas, de las ganas y la voluntad cuando hay un objetivo firme en el camino.
Desde que escribí y publiqué el viernes ocurrieron dos cosas que por alguna razón no pasaron durante todo el año y yo ansiaba que ocurrieran:
  • Un amigo con el que hace mucho quiero tocar y zapar, me llama a media tarde para que nos juntemos con un baterista amigo de él en una sala de Morón. En todo el año nunca habia aparecido un baterista (aunque sea para zapar) ni algun instante para juntarnos a zapar.
  • Nadia, una amiga con la que toqué en Sensorial (banda donde disfruté hacer musica), me insistió para que si o si nos juntemos hoy Domingo en casa y rescatemos algunos temas viejos, zapemos un rato e intentemos reamar algo de lo que se perdió en estos 2 años.
¿Acaso esto es obra de la Casualidad o de la Causalidad?
Yo me inclino por la segunda.

El viernes liberé a mi cabeza de un montón de ataduras, límites y responsabilidades y abrí mis brazos para recibir con felicidad todas las cosas que tengan que ocurrir para avanzar. Las consecuencias están a la vista.

2 comentarios:

Roma dijo...

causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad causalidad
tanta estos ultimos dias aaaaaaaahhh

Miguel D. Barrenechea dijo...

Tarda, pero llega